METODO DE COMPOSICION Pt.VI (ultima parte)

Edgar Allan Poe
(1809 – 1849)

Un cuervo ha aprendido mecánicamente la única palabra jamás; habiendo huido de su propietario, la furia de la tempestad le obliga, a pedir refugio en una ventana donde aun brilla una luz; la ventana de un estudiante que, divertido por el incidente, le pregunta en broma su nombre, sin esperar respuesta. Pero el cuervo, al ser interrogado, responde con su palabra habitual, nunca más; palabra que inmediatamente suscita eco melancólico en el corazón del estudiante, y éste, expresando en voz alta los pensamientos que aquella circunstancia le sugiere, se emociona ante la repetición del jamás. El estudiante se entrega a las suposiciones que el caso le inspira, mas el ardor del corazón humano no tarda en inclinarse a martirizarse, así mismo y también por una especia de superstición a formularle preguntas que la respuesta inevitable, el intolerable «nunca más», le proporcione la mas horrible secuela de sufrimiento, en cuanto amante solitario. La narración en lo que he designado como su primera fase o fase natural, halla su conclusión precisamente en esa tendencia del corazón a la tortura, llevada hasta le ultimo extremo; hasta aquí, no se ha mostrado nada que pase los limites de la realidad.

Pero, en los temas manejados de esta manera, por mucha que sea la habilidad del artista y mucho el lujo de incidentes que se adornen, siempre queda cierta rudeza y cierta desnudez que dañen la mirada de la persona sensible. Dos elementos se exigen eternamente por una parte, cierta suma de complejidad, dicho con mayor propiedad, de combinación; por otra cierta cantidad de espíritu sugestivo, algo así como una vena subterránea de pensamiento, invisible e indefinido. Esta ultima cualidad es la que le confiere a la obra de arte el aire opulento que a menudo cometemos la estupidez de confundir con el ideal. Lo que transmuta en prosa -y prosa de la mas baja estofa- la pretendida poesía de los que se denominan trascendentalistas, es justamente el exceso en la expresión el sentido que sólo debe quedar insinuado, la manía de convertir la corriente subterránea de una obra en la otra corriente, visible en la superficie.

Convencido de ello, añadì las dos estancias que concluyen el poema, porque su calidad sugestiva había de penetrar en toda la narración antecedente. La corriente subterránea del pensamiento se muestra por primera vez en estos versos:

Arranca tu pico de mi corazón y precipita tu espectro lejos de mi puerta.
El cuervo dijo: «Nunca más».

Quiero subrayar que la expresión «de mi corazón» encierra la primera expresión poética. Estas palabras, con la correspondiente respuesta, jamas, disponen el espíritu a buscar un sentido moral en toda la narración que se ha desarrollado anteriormente.

Entonces el lector comienza a considerar como un ser emblemático pero sólo en el ultimo verso de la ultima estancia puede ver con nitidez la intención de hacer del cuervo el símbolo del recuerdo fúnebre y eterno.

Y el cuervo, inmutable, sigue instalado, siempre instalado
sobre el busto placido de Palas, justo encima de la puerta de mi habitación;
y sus ojos parecen los ojos de un demonio que medita;
y la luz de la lampara, que le chorrea encima, proyecta su sombra en el suelo;
y mi alma, fuera del circulo de aquella sombra que yace flotando en el suelo,
no podrá elevarse ya mas, ¡nunca màs!


Aqui termina este texto escrito por Edgar Allan Poe en 1846, un año después de su primera publicación.

Ver tambien:

METODO DE COMPOSICION Pt.V

METODO DE COMPOSICION Pt.IV

METODO DE COMPOSICION Pt.III

METODO DE COMPOSICION Pt.II

METODO DE COMPOSICION Pt.I

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