Hoy en día su nombre es reconocido como uno de los más grandes autores del siglo XIX por su inolvidable ballena blanca, Moby Dick, publicada en 1851.

Sin embargo, es precisamente en esta obra donde su fortuna le jugó en contra en varias ocasiones. Y que mejor día que un martes 13 para mencionarlo.

Veamos:

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» Si bien hoy en día es un libro que ha vendido millones de ejemplares en todo el mundo, al momento de su muerte (1891), 40 años después de la publicación, únicamente habían sido vendidos 3,800 ejemplares.

» Fue rechazado muchas veces por las casas editoriales, además de que fue cambiado el nombre de la novela por el de «La ballena», sin su consentimiento.

» La última página del manuscrito enviado a las editoriales sufrió de un daño, lo cual lo hacía ilegible. La obra fue publicada con un final mutilado, generándose así una crítica por un final tan cortante.

» El lugar que imprimía esta obra sufrió un incendio, quemándose muchos ejemplares, así como las placas de imprenta, las cuales se negaron a hacer de nuevo.

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Herman Melville vivió y murió creyendo que su obra había sido un total fracaso. El tiempo lo corregiría.

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¿Mala suerte u obra maldita?