Hoy pretendo contarles una historia personal, algo sobre mi primer libro. 

Sería impreciso dar una fecha exacta, pero si debo de hacerlo creo que lo mas certero sería el año de 1994. Ese fue el año en el que, contando con apenas 8 años y sin acercamiento previo a la literatura, recibí un regalo; el maravilloso libro «El enigma de los dinosaurios» (1985), del autor John N. Wilford, dos veces ganador del Premio Pulitzer.

¿Por qué demonios un niño de solo 8 años recibiría un libro aburrido de carácter científico?, se preguntarán. La respuesta es muy sencilla: el niño tenía, no quiero decir obsesión, pero sí un fuerte apego al mundo de los dinosaurios, sin duda aumentado por la reciente y genial Jurassic Park (1993). Tanto era su gusto por estos reptiles gigantes que pretendía algún día poder ser un gran paleontólogo.

Si bien el título, de carácter serio, y la falta de «dibujos» podría haberme alejado de su lectura, no fue impedimento para devorarlo gustoso. Afortunadamente, y sin saberlo de antemano, el libro estaba escrito de forma ligera; desmenuzando un tema complejo en palabras sencillas y nada rebuscadas.

El libro ideal para quien quisiera adentrarse, pero sobre todo entender, el maravilloso mundo y enigma de los dinosaurios.

 Aquí unos datos del ejemplar que aun conservo celosamente, y con mucho aprecio, en mis estanterías:

Título original: The Riddle of the Dinosaur
ISBN: 84-473-0183-4
RBA Editores, S. A., 1993.
407 páginas.
Impreso en España.

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Como verán mi caso es algo particular, pues no se trata de un libro común para un niño, adolescente e incluso un adulto, a menos que el tema de la paleontología les sea interesante.

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Los invito a pensar y recordar, queridos amigos lectores, que excaven en su memoria hasta donde sea necesario, y compartan cuál fue su primer libro, sea cuál sea. Estoy seguro de que la historia es increíble.

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En fin, solo me basta decir: gracias a los dinosaurios.