Título original: La Ville-vampire
Publicación: 1874

Editorial: Valdemar
Colección: El Club Diógenes
Ilustración de cubierta: Ian Kolonics; Count Dracula
Número de páginas: 222
ISBN: 978-84-7702-238-1

La Ciudad Vampiro es una obra maestra del humor negro, hasta un grado tan exacerbado que hace pensar en los cuentos de Apollinaire o los delirios de bande dessiné propios de Jean-Pierre Jeunet o Marc Caro y que a pesar de su tono paródico funciona como una alucinada narración fantástica, como novela de horrores grotescos y estrambóticos, como una pesadilla surreal y gozosamente absurda. Ya desde los orígenes de la novela gótica, cuando El Monje, Vathek, Melmoth el errabundo y sobre todo las obras de Ann Radcliffe gozaban de un amplio público, surgieron réplicas irónicas y salaces como La mansión de las pesadillas de Thomas Love Peacock o La abadía de Northanger de Jane Austen. Pero nada más lejos de estas amables sátiras que el espíritu delirante y surrealista de La Ciudad Vampiro, de Paul Féval, autor de folletines y novelas de gran éxito en su tiempo, como Los misterios de Londres o El caballero de Lagardère.

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En lo personal, que disfruto tanto del mito del vampiro, me ha gustado mucho el libro, una forma diferente de leer sobre el tema, que en ningún sentido ataca o falta al respeto al vampirismo puro. Cae en ciertos clichés del género fantástico de horror, pero muy sutilmente y agradable para el lector (siendo parodia de estos es lógico que suceda), sin dejar de ser además muy original. Lo recomiendo ampliamente a quien quiera leer algo «diferente» en cuanto al mito del vampiro se refiere, así como para quien desee conocer el mundo de horror desde un punto de vista más flexible.

Como dato extra, el personaje principal es la mismísima Ann Radcliffe, maestra y pionera de la novela gótica.