Frases célebres: Siddhartha, de Hermann Hesse

Frases llenas de sabiduría que colman las páginas de este maravilloso libro:

He tenido que probar la desesperación, rebajarme hasta la más insensata de todas las ideas, la del suicidio, para poder sentir la gracia, para volver a oír el Ohm.
∇ El vino ayuda a olvidar.
∇ Qué bueno es probar por sí mismo lo que hay que saber, vivirlo en carne propia, no saberlo sólo con la memoria, saberlo con mis ojos, con mi corazón, con mi estómago.
∇ Esa sonrisa, perenne, tranquila, fina, impenetrable, quizá bondadosa, burlona acaso, sabia, múltiple, … así sonríen los seres perfectos.
∇ Quiero ser mi propio discípulo.
∇ No es mi deseo caminar sobre las aguas.
∇ No tengo derecho a juzgar la vida de los otros. Sólo debo juzgarme a mí mismo y elegir o rechazar en función de mi persona.
∇ Cualquiera puede ejercer la magia y alcanzar sus objetivos si sabe pensar, esperar y ayunar.
∇ Ante ti se abre un camino para el que has sido elegido.
∇ En ese momento dejó Siddhartha de luchar contra el destino, en ese momento dejó de sufrir.

∇ No se trata de inteligencia; (….) la mayoría de los hombres son como hojas que caen y revolotean indecisas, (…) otras son como los astros: siguen una ruta fija, ningún viento los alcanza y llevan en su interior su propia ley y trayectoria.
∇ Soy como tú, tú tampoco amas.
∇ Qué camino tan árido y  llano había recorrido en esos años, sin sentir aquella sed de aspiraciones nobles y sin proponerse una meta elevada, contentándose con placeres mezquinos que, sin embargo, no lo satisfacían.
∇ Buscar significa tener un objetivo. (…..) el saber puede comunicarse, la sabiduría no.
∇ Un auténtico buscador no podía aceptar doctrina alguna.

 

 

7 comentarios en “Frases célebres: Siddhartha, de Hermann Hesse

  1. Pingback: Tres libros de enseñanza hindú | Poecraft Hyde

  2. Me encantó este libro. Mi primer acercamiento a Hesse. Yo subrayé este pequeño fragmento:

    «Creo que todo debe ser así, tanto la muerte como la vida, el pecado o la santidad, la inteligencia o la necedad; todo necesita únicamente mi afirmación, mi buena voluntad, mi conformidad de amante.»

    La quinta de la descripción de la sonrisa me encanta. Gracias por compartir.

    Un saludo.

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