Ya sea un zorro astuto, un gigante de gran corazón, animales a gran escala, brujas malvadas, chocolate por toneladas, una pequeña genio con grandes poderes, dedos mágicos; sea lo que sea que una mente brillante y curiosa pudiese imaginar, todo eso fue Roald Dahl.
Pero no solo se debe hablar de su literatura infantil, también se reconoce su ficción para adultos que contrasta notablemente con sus cuentos infantiles, pues pocos pueden hacerlo con tal maestría sin decrecer en calidad. Su novela para adultos «Mi tío Osvald» es un claro ejemplo de esto.
Además de las publicaciones, Dahl fue un asiduo participante tanto en pantalla chica como en la grande. En esta última escribió la historia o guiones para películas como Solo se vive dos veces (You only live twice, 1967), quinta entrega de la saga James Bond; Chitty Chitty Bang Bang, musical de 1968; y por supuesto fue guionista en Willy Wonka y la fábrica de chocolates (Willy Wonka & the chocolate factory, 1971); entre otras. En la pantalla chica es ampliamente recordada la adaptación de su relato Cordero asado dentro del programa Alfred Hitchcock Presents, en 1958 (mañana podrán leerlo aquí).
Por si esto fuera poco, Roald Dahl, como persona, fue un hombre con un fuerte humanismo, principalmente para con los niños, sus seguidores más fieles, hay ejemplos de cartas escritas a puño y letra del autor en respuesta a otras enviadas por los pequeños. Además, como ya lo comenté anteriormente por aquí, su fundación Roald Dahl’s Marvellous Children’s Charity ayuda a niños en pobreza extrema y con trastornos médicos severos. Todos nosotros podemos ayudar en esto, pues «El 10% de los derechos de autor generados por la venta de este libro se donará a las organizaciones benéficas de Roald Dahl», esta es la leyenda que podemos ver en sus libros. Algo maravilloso en verdad que engrandece más aún el espíritu de este hombre.
¡Feliz cumpleaños Roald!
«Da igual quién seas o qué aspecto tengas mientras que alguien te quiera».