Camino de regreso a sus tierras, los tres Reyes Magos oyeron a sus espaldas el clamor de la Degollación. Más de una madre corrió tras ellos, los alcanzó y los maldijo. De todos modos la noticia se propagó velozmente. Marcharon entre puños crispados y sordas recriminaciones de hombres y mujeres. En una encrucijada vieron a José y a María que huían a Egipto con el Niño. Cuando llegaron a sus respectivos países los mató el remordimiento.
FIN
Es algo que siempre pienso, que no ser porque ellos asumieron que el niño rey debía estar en palacio, Herdodes ni se entera. Cuantos murieron por lo leer e interpretar las escrituras, se guiaron por la estrella, pero la palabra era mas clara, el hijo de Dios, el príncipe esperado nacería en Belén, la más pequeña y menospreciada de todas.
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