Hace ya algunos años publiqué este pequeño pensamiento que ahora corrijo y vuelvo a compartir con ustedes. Espero que sea de su agrado.
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¿Hay acaso mejor sensación que la adquisición de nuevos libros? Envueltos en su plástico protector a la espera de que unas cariñosas y delicadas manos los liberen y les den un nuevo hogar.
El primer contacto, su olor, darles vuelta para verlos en su totalidad, olerlos de nuevo, devorarlos con la mirada; es simplemente algo que emociona y que nos hace vislumbrar las horas de goce que ya nos esperan.
Tenemos en nuestras manos las puertas a nuevos mundos y personajes que ni en sueños podíamos imaginar. Esas puertas están cerradas con recelo solo para aquéllos lectores que poseen la llave mágica de la imaginación y que da acceso a mundos de papel sin límites u horizontes.
Una vez que nos encontremos dentro, querido lector, podremos experimentar todas las emociones conocidas. Seremos arrebatados de este mundo limitado para ser llevados a otros infinitos, jugarán con nuestra mente, nos harán sufrir y gozar, pero sobre todo, nos harán sentir tan vivos como nunca antes.
En los mundos de papel somos seres inmortales, nada puede destruirnos; controlamos y manipulamos a placer el paso del tiempo, damos vida y voz a personajes, y con gran facilidad cerramos la puerta y lo suspendemos todo en el tiempo, en el mar de nuestra memoria, hasta que volvemos a abrir la puerta y nos adentramos por su marco.
Al final del recorrido llegará la nostalgia, seremos devueltos a nuestro mundo plano, a la realidad, pero sabedores de que la llave nos pertenece para entrar y salir a placer.
Ahora lector, somos dueños, de nuestra INMORTALIDAD.
Simplemente hermoso
Te aplaudo de pie!!
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Muchas gracias Marthis.
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