Los traficantes de naufragios (Valdemar, 2005)
ISBN 978-84-7702-107-0
274 páginas
Título original: The Wrecker (1892)
Robert Louis Stevenson, maestro indiscutible de historias ambientadas en el mar, recrea en Los traficantes de naufragios la vida turbulenta de los aventureros que buscan enriquecerse con negocios tan dudosos como la explotación de los restos de un naufragio o el contrabando de opio. Todo empieza cuando Jim Pinkerton y Loudon Dodd compran a un precio fabuloso (en una subasta enloquecida) los restos de un bergantín naufragado en las islas Midway, pensando que encontrarán suficiente opio como para enriquecerse. Sin embargo, una nube de misterio rodea al bergantín náufrago… un misterio que sólo deja entrever los restos de una enorme tragedia.
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Mis últimas dos lecturas se han desarrollado en los Mares, «Un horror tropical y otros relatos«, de William H. Hodgson, y ahora esta de Stevenson. De tintes muy diferentes, el primero mucho más cerca de la literatura de horror, y el segundo una aventura con tintes trágicos; pero al fin ambos en ese Mar que en lo personal me causa la misma admiración como respeto se puede merecer.
El misterio rodeará un naufragio de difícil consecución en subasta pública, por lo que la duda sobre él crecerá, pareciendo a simple vista un barco más que sucumbió a las fuerzas de los Mares del Sur en su camino de regreso desde China con su preciado tesoro, el Opio. Esto, por supuesto, parecería la explicación más sencilla pero a su vez la menos original; y es aquí donde entra la mente de Stevenson. Será una serie de pesquisas, entrevistas, golpes de suerte tal vez, lo que develará el misterioso y horrible destino del barco y su tripulación.
Si bien no resulta ser de lo mejor que haya podido leer de este autor, resalta, como siempre, la elegancia y sobriedad de Stevenson para escribir, aún cuando el ritmo trepidante de la acción pueda orillarte a apresurarte. Destaco los personajes decididos a la acción, a los buenos marineros hoscos pero fieles a su misión; todos bien retratados.
La pasión de Stevenson por los Mares es notoria, y nosotros los lectores gozamos para toda la eternidad de esta pasión tan bien reflejada en sus textos. Como menciona el capitán Nares al inicio del libro:
Cuando uno ha vivido en estos parajes, ya no puede ser dichoso en otra parte. He visto algunos tipos que, apenas divisaron estas regiones, encallaron en ellas y y no las abandonaron sino con los pies por delante.
Sin duda estas palabras salieron muy del fondo de Robert Louis Stevenson, apasionado viajero y alma libre, que descansa eternamente en una de las islas del Pacífico Sur.
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Mi calificación en Goodreads fue de 4 estrellas (4/5).
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