Desear, poseer, enloquecer
Por Umberto Eco. Dice la leyenda que un día Gerbert d’Aurillac, o sea Silvestre II, el Papa del año Mil, consumido por su amor por los libros, compró un inhallable códice de la Farsalia, de Lucano, a cambio de una esfera armilar de cuero. Gerbert no sabía que Lucano no había podido terminar su poema por…