Las 3 leyes de la robótica:
1. Ningún robot causará daño a un ser humano o permitirá, con su inacción, que un ser humano resulte dañado.
2. Todo robot obedecerá las órdenes recibidas de los seres humanos, excepto cuando esas órdenes puedan entrar en contradicción con la primera ley.
3. Todo robot debe proteger su propia existencia, siempre y cuando esta protección no entre en contradicción con la primera o la segunda ley.
Estas son, según Asimov, las 3 grandes leyes que todo robot deberá respetar. Pero hay que preguntarse qué sucedería si una de estas máquinas de creación humana hallase su despertar más humano y menos robot. Un robot consciente de serlo.
Este relato corto es una clara muestra de los posibles peligros ante una humanización de seres supuestamente carentes de vida.
No inventes! ¡que impresionante historia! Suena un poco como la historia de la película de Yo Robot… con los avances tecnológicos tan grandes que existen, no dudaría en pensar que esto pudiera ser realidad en el futuro. Este finde estaba pensando ir a una exposición de robotica, ahora con este relato me has disparado la curiosad. Muchas gracias por compartir 🙂
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Jaja cuidado con los robots! No he leído «Yo, robot» pero siendo de este autor supongo que puede parecerse. Un saludo, y que gusto que lo hayas disfrutado.
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Gracias por compartirlo 🙂
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Es un placer, un relato increíble, espero sea de tu agrado. Un saludo.
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